Novela romántica: el futuro digital del género – III

Desde finales de marzo, es posible comprar las versiones Kindle (digitales) de novelas románticas de autoras consagradas, sin necesidad de tener el lector Kindle. Amazon distribuye el software para pc y para Iphone e IPod Touch, gratuitamente.

Fue recibir el mensaje y pinchar el enlace de descarga. Así, sin pensármelo dos veces. Soy compradora habitual de Amazon porque me gusta leer los libros en versión original, pero desde que ofrecen también las versiones digitales para Kindle -que te permiten hacerte con el libro de forma inmediata y bastante más económica-, un sistema tan rápido, eficaz y cómodo como el que ha conseguido implementar Amazon para distribuir mundialmente libros impresos, ya no me parecía ni tan rapido ni tan cómodo. Eficaz, sí :-)

Del lector de Amazon me gusta todo, excepto el precio, por eso nunca me decidí a comprarlo. Sólo vale para las versiones digitales que compras en su tienda, y aunque su lista de títulos disponibles en inglés es bastante extensa, prácticamente no hay versiones Kindle en español. Ahora, si crean una versión de software para usar con Ipad -existe para Ipod, pero no me resulta cómodo leer en una pantalla tan pequeña- mi felicidad (digital) será completa.

Diez minutos después de haber descargado el programa, ya había comprado mi primera versión Kindle (en inglés) de un libro que no conseguí encontrar impreso en castellano: Indómito de Elizabeth Lowell. Pensar que hace un par de semanas me recorrí tres mega-librerías buscándolo, y acabé acalorada (nunca aciertan con la temperatura de los locales comerciales, ¿no?), con dolor de pies y sin el libro, y la operación completa por Amazon -descarga incluída-, me tomó poco más de dos minutos y una tercera parte del dinero que me habría costado comprarlo impreso. Sin añadir que no tuve que moverme de la silla. Pensé que realmente, no había punto de comparación, y hacerlo me hizo caer en la cuenta de me he aficionado a los libros digitales en los últimos meses; leo bastante no ficción, y la mayoría de mis compras del 2008 en adelante, han sido electrónicas. Con Kindle tengo claro que mis lecturas de ficción seguirán la misma tendencia: hay más de dos mil títulos disponibles del género romántico.

Es más, en España aunque con lentitud y cautela, empieza a haber editoriales que al igual que Harlequin, ofrecen versiones digitales de sus títulos impresos.

Hace un par de años cuando abordé el tema aquí y aquí, decía que no creía que los libros digitales compitieran con los libros impresos, que en todo caso, serían complementarios. Hoy sigo opinando lo mismo, pero con salvedades. Han sucedido cosas desde entonces, además de la crisis: los lectores son más baratos, los libros digitales también, y hay una amplia oferta para la cual ni siquiera necesitas lector; te descargas el Adobe Digital Reader, que es gratuito, y en minutos estás leyendo la novela que te acabas de comprar. Añade a esto el innegable ahorro de espacio y la posibilidad de decidir si el libro te interesa lo bastante como para invertir en una versión impresa (¿realmente, cuántos libros de los que llenan tus librerías habrías comprado en impreso si antes hubieras podido leerlos digitalmente? En mi caso, un escasísimo 40%), y las ventajas se disparan. También las cifras de ventas del ebook en Estados Unidos durante 2009; mientras las ventas del libro impreso mostraron un ligero declive, las ventas de ebooks crecieron un 176.6% según este artículo de febrero de este año, publicado por Publishers’ Weekly.

Y tú ¿qué tal te llevas con libros digitales?

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