Hace seis meses iniciaba la primera parte de este post, diciendo que el título «es lo primero con que el lector establece contacto y la primera barrera que un escritor debe sortear». Comentaba que aunque un buen título no garantiza un buen libro puede influirnos a comprarlo, y al contrario, citaba buenos libros que de haberse publicado con su título original, habrían pasado sin pena ni gloria… Pero en novela romántica, además, hay títulos que se las traen, que con portadas a juego, se prestan para el humor.
Es mi primera entrada del 2009 -por cierto, ¡Feliz Año Nuevo!-, y unas risas me parecen el mejor antídoto para un enero de cuestas y crisis, así que te dejo con un post que me hizo, literalmente, llorar de risa: «Los diez mejores títulos de novela romántica».
Por favor, no dejes de leer los comentarios del título ganador: nunca volverás a mirar a un Highlander de la misma manera, te lo prometo.