Batiburrillo, Novela romántica

Blogs literarios. Sobre el (engañoso) asunto del número de comentarios y de seguidores.

Esta entrada pertenece a la serie iniciada por «Blogs vs. Redes sociales. ¿Han perdido interés/impacto los blogs?» que puedes leer en este enlace. Verás que aquí he acotado el tipo de blog al que me refiero porque algunos de los asuntos que comento me parecen específicos (y, tal vez, coyunturales) de los blogs literarios españoles y, en particular, de los que reseñan literatura romántica.

Empezaré aclarando que un blog literario es el que publica, comenta, recomienda o critica literatura. Para distinguirlo del blog personal que ofrece reseñas de lo que su administrador va leyendo, añadiré otra característica: colaboran de forma activa (o esperan hacerlo) con editoriales y autores independientes. Es a este tipo de blogs a los que me refiero en esta entrada. Y antes de entrar en materia, quiero comentar que se trata de un colectivo por el que siento admiración, ya que hacen una tremenda labor de difusión de la literatura. Además, en el caso del género romántico en lengua castellana, su aportación ha sido grande y continuada. Sin embargo, ahora están de capa caída. Creo que las exigencias de las editoriales, la preponderancia de las redes sociales y la presencia, cada vez mayor, de blogs que se abren con la finalidad de que su administrador pueda conseguir libros (de las editoriales) a cambio de reseñarlos, han contribuido a crear un panorama un tanto descorazonador para los bloggers literarios. De ahí, esta serie de entradas dedicadas al tema, reflexiones muy personales que me he decidido a hacer en ‘voz alta’ con la esperanza de que si tropiezan con ellas en el ciberespacio, les sirvan para tomar ideas o, quizás, ver las cosas desde una perspectiva diferente… O, mejor aún, para asumir que los tiempos están cambiando (como cantaba Bob Dylan), y que toca ponerse el «sombrero creativo» y diseñar una estrategia que les permita seguir en la brecha, dando el callo. Ojalá sea así, porque son necesarios y realizan un trabajo muy importante para la literatura y para los amantes de los libros.

Vamos allá.

Dicen que “hecha la ley, hecha la trampa” y la cuestión del número de comentarios/seguidores me parece un excelente ejemplo de esto aplicado a los blogs literarios. Sin entrar en el tema de que vivimos en una sociedad en la que, cada día más, la cantidad prima sobre la calidad, bastó que se supiera que los buscadores tomaban el seguimiento de una bitácora como uno de los elementos dentro del algoritmo que determina el ranking de indexación(1), para que se extendiera la costumbre de pedir comentarios o seguimientos al visitante. Sea a través de imágenes

"Un blog se alimenta de tus comentarios".
«Un blog se alimenta de tus comentarios».

o del mucho más explícito eslogan “me sigues, te sigo” situado en posición destacada, es raro dar con blogs que ofrezcan información sin pedir nada a cambio. La cuestión es que, como comentaba en esta entrada, la pereza internauta, las apps para móviles de las redes sociales que monopolizan la interacción, y la oferta creciente de contenidos similares (cuando no iguales) supuso el palo en la rueda a la hora de conseguir comentarios o seguimiento. No es una tarea nada fácil, desde luego, y tratándose de algo tan importante, había que buscarle una solución.

La era del intercambio de comentarios entre blogs y el “si me sigues, te sigo”.

Sigo a decenas de blogs literarios. Tengo una lista que desde 2011 no deja de crecer y la razón es que, al igual que hace cualquier editorial, una parte de mis tiradas está destinada a promoción. Una parte la cedo para concursos externos y otra a blogs y webs románticas para reseña. Dado que todos los gastos corren de mi cuenta, soy muy selectiva a la hora de distribuir esos ejemplares. Dedico tiempo a observar el trabajo de los blogs literarios que reseñan el género y, como es lógico, cuando miras con detenimiento, ves más allá de lo evidente.

Ves, por poner un ejemplo, que buena parte de los comentarios que reciben algunos blogs (los que reciben comentarios) proceden de otros blogueros, y que no suelen añadir utilidad a la entrada. Son del tipo “este no me lo he leído” o “tiene buena pinta”. En mi opinión, son comentarios vacíos de interés y de credibilidad porque ¿quién se traga que con lo que cuesta dejar un comentario, alguien genuinamente interesado en el tema vaya a tomarse tantas molestias para comentar eso? Pienso que son el resultado de un “toma y daca” mal entendido. Es ideal que los bloggers participen activamente en las bitácoras de sus colegas, pero quien firma un comentario que no añade valor a la entrada -en este caso a una reseña literaria-, le está haciendo un flaco favor al blog en cuestión y al suyo propio. Como muy mínimo, indica falta de interés… lo que tratándose de un blogger literario da que pensar: ¿su interés por el tema no debería darse por supuesto?

Algo parecido sucede con la obtención de seguidores. El criterio parece ser que un blog ha de tener cuantos más seguidores mejor, independientemente de si, en efecto, éstos ‘siguen’ su contenido porque les interesa, porque era el requisito para participar en un sorteo y ganar la última novela de su autor favorito o porque también tienen un blog y se han apuntado al intercambio propuesto («si me sigues, te sigo»).

Ves que hay blogs que tienen un gran seguimiento, pero cuando investigas un poquito en la barra de seguidores, observas que un buen número de los miembros son otros bloggers. Eso siempre me suscita preguntas como ¿para quién escriben, cuál es su público objetivo? ¿cómo puede ser que publicando nuevos contenidos casi a diario (¡con el trabajazo que eso implica!), el grueso de su seguimiento provenga de otros bloggers? Nunca he activado el widget de seguimiento porque es un tipo de estadística que no me interesa, pero gracias a medidores internos que he instalado tengo bastante información acerca de qué tipo de seguimiento tiene Sutherland, tanto por seguimiento directo como por lecturas a través de herramientas de sindicación (Feedly, Reeder, etc). Y te digo una cosa; me preocuparía mucho que la mayoría de mis seguidores fueran otros escritores porque no son mi público objetivo. Ni siquiera los escritores de literatura romántica. Son bienvenidos, por supuesto, y seguramente a algunos compañeros de profesión les guste leer mis entradas (¡y eso me hace sentir súper halagada!), pero no escribo para ellos. Escribo para ti; probablemente una mujer y una aficionada a la lectura, a la que le gustan de manera especial las historias de amor que acababan bien (y si son mías, tanto mejor) y a la que, quizás, también le interesan temas de actualidad relativos al amor y a las relaciones de pareja.

Está claro que un blogger literario lee mucho, pero precisamente porque es blogger, tendrá sus propios criterios de lectura bastante definidos. Si dedica tiempo a reseñar libros y quiere hacerse un lugar en el sector, ¿no debería aspirar a convertirse en una referencia para lectores ávidos en busca de información útil sobre libros, y no solo para otros bloggers? En mi opinión, es aquí donde radica parte del problema de “invisibilidad” que padecen y del que se quejan tanto; en para quién escriben. Y para quién deberían hacerlo.

En el caso de las redes sociales el fenómeno es aún más llamativo. Sin generalizar, es una costumbre bastante extendida que si abren un grupo en Facebook, te añadan a él sin más. Si, en cambio, abren una página, las invitaciones empiezan a lloverte incluso a través de mensajes privados. Y esto no solo aplica a bloggers, también a escritores y artistas varios. Aquí el criterio parece ser que todo aquel que sepa leer es un seguidor/lector potencial. ¿Perdón, cómo dice? Este es el momento en que los expertos en algo muy útil e interesante llamado segmentación de mercado  se dejan crecer el pelo con el único fin de poder tirárselo, presa de la desesperación.

No pongo en duda que todo el que produzca algo para el consumo, necesita publicitarlo. Y no me refiero al spam, ni a la promoción intrusiva, ni a ninguno de los métodos de machacarte hasta el cansancio con algo que hoy se han vuelto tan comunes, sino a ofrecer información sobre un tema a un público potencialmente interesado en él (que no es sinónimo de “cualquiera”), y hacerlo de la manera más atractiva/original posible. Si me sigues, sabes que tengo un perfil bastante activo en al menos tres redes sociales además de una web y este blog que actualizo una vez por semana. Asumo que la publicidad es indispensable, que forma parte de mi trabajo diario y le pongo una constancia a prueba de balas, pero…

¿Sabes cuál creo que es la publicidad más eficaz de todas? La calidad. Cuando doy con un buen artículo (o una reseña bien hecha), de inmediato investigo el blog porque hoy por hoy son rara avis. No necesito que nadie me pida que lo siga. Es más, como hay períodos en los que viajo bastante y en el móvil solo tengo la app de gmail, además de seguirlo, me suscribo por email para no perderme nada. Seguro que a ti te sucede lo mismo. Lamentablemente, los blogs literarios románticos que cumplen el criterio de calidad -tal y como yo lo entiendo-, son pocos si tenemos en cuenta la cantidad de nuevas bitácoras dedicadas al tema que se abren cada día. Hay una legión de blogs cuya temática principal es la literatura, pero ¿cuántos consiguen entrarte por el ojo a la segunda frase, atraparte con opiniones lúcidas y curiosidades acerca del libro que reseñan, hacer que quieras recibir sus actualizaciones? En mi caso, poquísimos y la mayoría, -¡sorpresa!-, reseñan romántica juvenil. Por lo visto, no soy la única que lo piensa, ya que hace unos días el autor Alex García (me) comentaba en Facebook que, en su opinión, los blogs literarios necesitan reinventarse. Ya lo creo que sí.

Y esto me lleva directamente a la cuestión de la calidad de los contenidos ofrecidos, otra parte importantísima del problema de “invisibilidad” que aqueja a buen número de blogs literarios, y que será el tema central de mi próxima entrada.

∾∾*∾∾*∾∾*∾∾

(1)  Es decir, el lugar en el que aparecen «ranqueados» en la página de resultados que ofrece Google o Yahoo cuando un usuario escribe lo que le interesa encontrar en el campo de búsqueda de su navegador. Por ejemplo, hoy he escrito el término ‘reseñas de Cincuenta Sombras de Grey’ en Google y la reseña hecha por el blog Perdidas Entre Páginas está listada en el segundo puesto de la primera página de resultados. Esa posición le asegura que la mayoría de las personas que entren en internet buscando leer un reseña de dicho libro, visitarán su blog en primer lugar. Es así de importante, sí ;)

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22 comentarios en “Blogs literarios. Sobre el (engañoso) asunto del número de comentarios y de seguidores.”

  1. Super interesante tu post Patri. Por lo que puedo ver, somos unos pocos los que pensamos que hay ciertos planteamientos que ya están caducos. Y en los últimos tiempos pareciera que una ligera `brisilla´ de sinceridad y veracidad, bien entendidas, está moviendo parte de esas `hojas caducas´ q no permiten q germinen cosas nuevas.

    1. Por suerte, sí. Rara es la conversación en la que no salga a relucir la frustración de algún bloguero literario por este asunto… Ni de lectores/escritores que me comentan exactamente lo mismo. Gracias por tu visita y por tu comentario, rubia ;)

  2. Te felicito por la entrada de hoy. Has tocado aspectos muy interesantes, algunos controvertidos, pero debo decir que como administradora de un blog (ya ves que no me llamo bloguera, creo que esa palabra me queda «grande»), comparto muchas de tus opiniones.
    Me alargaría muchísimo dejando mi punto de vista, pero admito que desde que abrí mi blog, he pasado por muchas fases y sí, admito, también una en la que me obsesionaba tener seguidores. Con el tiempo -y la experiencia- te das cuenta de que eso no es, ni de largo, lo más importante, y al final te quedas con que tu opinión personal sobre una lectura (que no, reseña), le interese a alguien en un futuro como una posible elección o con que alguien te deje su valoración sobre el mismo libro.
    La calidad de la que hablas, creo que es fundamental, pero por desgracia, eso también es algo que se adquiere con el tiempo. Te cuento un secreto: yo creé el blog como una herramienta para practicar la escritura, porque detecté que había perdido toda la fluidez que tenía de joven para escribir, y eso me apenaba. Me esfuerzo, intento aprender día a día y en ese sentido, debo agradecer a escritores, otros blogueros y lectores que quizás sin ser conscientes, me ayudan cada día.
    En fin, que me enrrollo que da gusto….me ha encantado visitar tu blog y poder comentarlo.
    Un besazo !

    1. ¡Hola, Maribel! Me ha alegrado mucho «leerte» por estos lares ;) ¿Así que abriste Vanedis para ejercitar la escritura? Fue una muy buena idea; bloquear es una forma divertida y bastante relajada de escribir. A mi me encanta y si no bloqueo más es por cuestiones de tiempo. Prefiero no asumir una agenda de publicación más frecuente que luego no pueda cumplir.
      En cuanto al tema de marras (jajaja), es todo un tema, sí. Lo que comentas respecto a las fases creo que es una realidad para muchos, por no decir, la mayoría. Y es normal; hay mucho de ensayo y error en esto de bloquear, así que hay que probar nuevas teorías, ver si se alinean con tus ideas respecto del tema, si funcionan, si te sientes cómoda con ellas… Y sobre la calidad en relación a la experiencia también estoy de acuerdo, en parte. Hay unos mínimos de calidad que en muchísimos casos no se están cumpliendo que atribuyo más a usar un blog literario (público, a la vista de quien quiera verlo) a modo de diario personal (solo para tus ojos), que con una cuestión de experiencia: faltas de ortografía sangrantes, spoilers como catedrales, opiniones exacerbadas (sea en un sentido o en otro)… ¡He dado con blogs que incluso re-escriben la sinopsis! Sorprendente.
      Muchas gracias por la visita, guapa, y por participar en el hilo de comentarios ;)

  3. Voy a comentar porque me llego tu post a través del correo, , si veo interesante lo que veo comento y si no paso aunque voy leyendo los post, pero este me ha interesado debido a que soy «bloguera» jejeje. Yo llevo en este mundo casi en tres años, los cumplo en septiembre, y como el comentario anterior yo empece como una forma de explicarme mejor, si veo los post primeros son malísimos aunque creo que todavía tengo mejorar y sigo aprendiendo. Aunque no lo he dicho mi blog va sobre reseñas, biografías, cuestionario Anescris, relatos de Sábado y alguna sección más. Me he ido reinventando en el blog con nuevas secciones, sorteos y a veces te van bien y otras no, o van una temporada bien y luego tienes que quitar porque ha dado ya lo que tenia que dar. He trabajado con editoriales y con escritores independientes hasta que me agobie y decidí trabajar solo para los que tenia más relación, se estaba convirtiendo en un trabajo a tiempo completo y que no me daba satisfacción.
    Y en cuanto al tema principal ,que me he desviado del tema , puedo decir que después de obsesionarme con los seguidores y comentarios he decidido que no me importar que si hay seguidores lo voy agradecer en un post, y seguir respondiendo a los comentarios ya que creo que mínimo es agradecer que te comenten.
    Felicidades por el post ha sido muy interesante.

    1. ¿Tú también abriste el blog para practicar la escritura? ¡Una idea estupenda! Parece que el tema de obsesionarse por los comentarios y los seguidores es muy común, María Esther y son temas importantes, desde luego, pero como comentaba conseguir seguidores pasa por ofrecer contenidos que llamen la atención, lo cual no es nada fácil, y conseguir comentarios pues… tres cuartos de lo mismo. Tal como dices, uno se toma la molestia de comentar cuando algo le resulta especialmente interesante o útil. De lo contrario, pasas ;)
      Muchas gracias por tus palabras ¡y por tu visita!

  4. Coincido con tu opinión. Lamentablemente, muchas editoriales y autores todavía no se han dado cuenta de esos detalles y siguen enviando ejemplares a blogs con muchos comentarios/seguidores, lo cual retroalimenta el sistema.
    Por mi parte, nunca entré al trapo: abrí escriboleeo como un diario de lecturas personal (público, sí, pero fundamentalmente para mí misma) y como una especie de recopilatorio de marketing literario que me llama la atención (de ahí la sección «Cuestiones de marketing que me han llamado la atención», que pongo en cada reseña). Luego amplié secciones y me hice mi propio diario de eventos literarios, aproveché para clasificar mis colecciones de marcapáginas y libros firmados… En definitiva, creo que las únicas entradas que hago pensando en los demás son mis artículos de opinión (y casi todos tienen un fuerte componente de desahogo). Quizás por eso colaboro solo muy de cuando en cuando con autores y editoriales, me gusta demasiado ir por libre ^^.
    En cuanto a los blogs que sigo, lo hago a través de feed y casi nunca comento, salvo que tenga tiempo y algo que decir. Nunca entendí lo de «Lo tengo pendiente», «Me llama la atención» y etc…
    Vamos, que mi actitud siempre ha sido la de «si te gusta, quédate, pero no esperes que yo te siga y comente tu blog solo para conseguir inflar mis cifras». Al final, es lo que compensa. En comparación con otros blogs, mis cifras pueden parecer modestas (aun así, sumando plataformas son bastante altas), pero casi todo el tráfico que tengo es de calidad y proviene de los buscadores. Google no es tonto, hace tiempo que superó lo de número de seguidores y comentarios. Ahora lo que premia es que la gente que entra en la página se quede en la página, es decir, que se interese, lo agregue a favoritos, se lea más de una entrada o interactúe. También, aunque suene a ciencia ficción, es capaz de detectar la originalidad y la valora positivamente.

    1. jajaja Antes de leer el remitente del comentario, sabía que eras tú ;) Escriboleo es muy diferente en casi todo a lo que conozco y se nota que es el lugar donde das rienda suelta a tu pasión lectora y como esa es la finalidad con la que lo creaste, pues… objetivo conseguido, ¿no? La cuestión de las editoriales que comentas en tu primer párrafo es donde creo que radica, hoy por hoy, el problema; lo saben, pero del mismo modo que «estimulan» a sus autores a que obtengan más seguidores para sus perfiles sociales, son cifras que tienen en cuenta (¿?) cuando se trata de blogs. Vivimos en una época donde lo que importan son las cifras y bueno, 1000 seguidores es mejor que 100. Al menos, en términos de cifras. Terrible, pero real.
      Gracias por tu visita, Déborah y por tu comentario ;)

  5. Hola guapa, no conocía tu blog pero ahora sí, y lo sigo, con esta cuenta. Espero que sepas quien soy sino te lo digo por aquí, «Ester sin H» :)

    Tienes también razón, piden mucha cantidad de seguidores, que a veces es casi imposible si eres «nuevo» por así decirlo. Y muchas veces se lo mandan a blogs que bueno… sin comentarios.

    También ahora mismo también hay mucha cantidad de ellos, que solo se hacen blog para conseguir «libros gratis», yo como blogger, es cierto que leo libros que me mandan para reseñar, ya que estoy algo pobre como compradora habitual, siempre destino pasta (en el RA, feria del libro y para mi cumple y poco más)

    Sobre calidad, bueno depende de quien escriba.

    Reinventarse? yo estoy feliz con mi blog y no creo que lo cambie. Por ahora.

    También debo decir que no uso la palabra «reseña» en el titulo, quizás así no lo encuentres.

    Un beso y buena entrada.

    Pd. Pertenezco a la cadena de comentarios, es una iniciativa que viene genial, para conocer a gente y nuevos blogs.
    Kiss you.

    1. Hola, Ester sin H ;) Sé quién eres, claro que sí. Hay muchísimos blogs, principalmente porque son gratuitos y bastante fáciles de poner en marcha sin conocimientos de html o css, lo cual me parece perfecto. Me encanta la diversidad, creo que enriquece, pero también pienso que si quieres conseguir (buenos) resultados con un blog, como todo en la vida, tienes que enfocarlo con seriedad y profesionalidad.
      Gracias por pasarte por aquí y comentar, Ester sin H ;)

  6. Es la primera vez que leo tu blog. El título me llamó la atención y conforme iba avanzando en mi lectura no podía mas que aceptar como cierto lo que dices. En forma personal siempre leo lo que a mi me gusta, sin necesidad de complicarme la vida y ver lo que hay en el momento. Entre otras cosas porque actualmente no todo es de mi interés. A pesar de ir por libre y preferir adquirir mis libros, por media curiosidad investigué algunos de los requisitos que actualmente se piden a un blog para poder reseñar en una Editoral grande.
    Casi me caí de la silla al ver el número de seguidores que tienes y obviamente que te invitan a tener. Se pueden hacer mil y un sorteos, puedes ser parte de un movimiento de la cadena de comentarios o de seguidores. No es que no me interese pero no tengo tiempo muchas veces para tanto y mira que de forma personal sigo varios de ellos. Pero a veces me da la impresión que actualmente los blogs se están volviendo más un negocio que un verdadero placer al comentar abiertamente tu visión de un libro que te ha llenado como para compartir tu opinión.
    Ya sea buena o mala actualmente estamos perdiendo objetividad en algunos patrones. La imperiosa necesidad de tener las estanterias llenas de libros a veces me da la impresión que es más importante que un contenido personal en tu pequeño en donde dejas tu reseña.
    Por no mencionar los resúmenes de la obra que en algunas ocasiones te encuentras, en lugar de una opinion concreta, pero que está en las primeras filas de google por esta cadena de seguimiento.
    Uy ya me alargue. Una entrada muy intesante y te sigo a partir de este momento.
    Soy Naitora una de las administradoras del blog Locas del Romance. Seguramente no lo conoces jajajaja chiquito pero bonito decimos.
    Un saludo.

    1. Hola, Naitora ;)
      No me extraña que te cayeras de la silla al conocer los requisitos para colaborar con algunas editoriales. ¡Son de susto! Y explican buena parte del comportamiento en redes de bloggers y autores, sí. Muy interesante lo que dices acerca de la «gula lectora» (como yo la llamo) y la pérdida de objetividad. Entre los retos de lectura, la necesidad (??) de alimentar el blog con nuevas entradas (casi) a diario y la presión de las editoriales, a veces tengo la sensación de que muchos administradores se beben los libros, más que leerlos. De otra forma no se comprende la cantidad de reseñas que suben a lo largo de un mes. Eso me apena porque un blogger literario es ante todo un lector, un GRAN lector. Qué pena que el verdadero disfrute haya pasado a un segundo plano.
      Muchas gracias por acercarte hasta aquí y compartir tu opinión. No conocía vuestro blog, pero ya lo sigo en la sombra (a través de Feedly).

      1. Acabas de atinar a algo importante jajajajaajaja. A veces cuando he leído algunas reseñas me quedo pensando…. Ay Dios mío ¿hemos leído el mismo libro? Por no hablar ya repito el resúmen y quedándome a pensar… Pero ¿en qué parte quedó esta opinión? Buena o mala finalmente es una opinion y es la que en lo personal me interesaría. La franqueza sobre todo de un lector es la que se agradece, yo ya tendré el crierio de ver si quiero o no leer, pero es lo que busco una opinión.
        Yo prefiero mil veces leer algo que me guste o me llame la atención a verme obligada a leer algo porque así tiene que ser para conseguir algo mas.
        Gracias por esta entrada en más de una ocasión mi compañera y yo habíamos hablado de esto y me da gusto saber que no somos las únicas.

      2. No sois las únicas, no. Yo también me he preguntado en más de una ocasión aquello de «¿hemos leído el mismo libro?» jajaja
        Gracias a ti, Naitora ;)

  7. Hola Patricia!! Interesantísimo y muy cierto lo que dices. Mi blog por ejemplo, no tiene una gran cantidad de seguidores, pero es a través de Facebook y Twitter principalmente, por donde recibe más visitas. Es más fácil que te contesten los lectores o autores por estas vías que dejando un comentario en el mismo blog, ya que el parque de difusión es más amplio y supongo que menos complicado para el usuario. Seguramente, sin el apoyo de estas redes no llegaríamos a tanta gente. En cuanto a la originalidad, yo he intentado salir un poco de los modelos que ya existían, aunque confieso que sigo pocos blogs literarios y justamente, nada relacionados con la romántica. Intento ser bastante independiente, leyendo, opinando y publicando post que creo que pueden interesar, cómo y cuando me apetece, aunque intento no dar más de lo mismo porque al final te cansas. Yo como lectora lo hago a veces. Opino que además de muchos seguidores (que como bien dices, han de ser básicamente lectores), un blog también tiene que ofrecer calidad, innovar en lo posible y hacer amena una visita de un lector potencial. El objetivo no debería ser leer gratis o fardar de tener legión detrás. Eso no te garantiza que tengas un buen blog, ni mucho menos, si el contenido no es interesante. El lado menos positivo de ser bloguera, que es muy esclavo si no lo sabes organizar. Pero mi experiencia personal está siendo muy gratificante. Un beso guapa.

    1. ¡Hola, Feli! Me has pillado en el tablero de control de mi blog y me has dado un alegrón ;) Que sepas que todavía conservo (¡y uso!) aquel precioso y original marcapáginas que me regalaste en Barcelona cuando fui a presentar Harley R.
      Como tú, creo que hay que luchar por mantener la propia independencia y no perder el foco. El colectivo blogger suele ser gente joven y es normal que se dejen influenciar por los criterios editoriales acerca de qué te hace visible y qué no. La calidad y la originalidad son y siempre serán lo que te distinga y te mantenga en el foco de interés de tus lectores. Y ninguna de esas dos cualidades se entiende bien con las prisas.
      Me alegra saber que tu experiencia está siendo buena. Después de ocho años, la mía sigue siendo fenomenal; la recomiendo cien por cien jajaja
      Un abrazo, Feli y gracias por pasarte por aquí y comentar.

    2. No todos vemos un libro con el mismo ojo. De ahí que una persona puede estar enamorada de un libro y otra de otra forma de ese libro, (es decir, a mi me gusta un libro mucho y a otra solo un poco o nada) pero siempre habrá libertad de expresión, o eso pienso yo, en mi blog soy sincera. Besos chicas.

      1. Hola de nuevo, Ester y gracias por comentar ;)
        En este caso, me refería a libros que se han leído tan deprisa que quien sí lo ha leído con tranquilidad, como ha de leerse cuando lo haces por placer y no porque te quema publicar la reseña, se queda con la sensación de que esta se refiere a otro libro diferente. Creo que a eso también se refería Naitora. La libertad de expresión la doy por hecha, creo firmemente en ella (para lo bueno y para lo malo) y es normal que por eso de que para gustos los colores, haya opiniones tan diversas sobre un mismo libro.

  8. Hola, Patricia!
    Sobre este tema hay mucho que comentar y espero que sigas publicando artículos con tus impresiones sobre ello.
    En mi caso, como en el de otros muchos lectores, al haber tanto para leer, a menos que me llegue alguna recomendación directa por parte de alguien conocido que sepa va a acertar, suelo buscar información sobre los libros que me interesan. Y las más de las veces, o es una reseña de tipo «informativo», es decir, de las que con más o menos spoilers te cuentan el libro desarrollando la sinopsis, o se limitan a ensalzar la novela diciendo lo maravillosa que ha sido su experiencia lectora. Tras algunos chascos después de elegir y pensar que esas opiniones no se correspondían con lo que yo había leído, me decidí y abrí mi propio espacio en enero. Y lo que no deja de sorprenderme es que, sin hacer publicidad, tengo unas pocas seguidoras (se pueden contar con los dedos de las manos) que me leen y me comentan y hasta conseguimos, a veces, superar los típicos comentarios de: «lo tengo pendiente», «lo apunto en la lista», etc. Aunque el mayor diálogo lo encuentro en artículos de opinión o reflexiones, ahí si consigo más interacción.
    Coincido en que hay demasiados blogs. Y es que es fácil, muy fácil, tener tu propio espacio, y que muchos de ellos se abren con la intención de obtener lecturas de forma «gratuita» por parte de las editoriales con lo que, inevitablemente, se pierde objetividad. Y, por supuesto, coincido en que la mejor publicidad para cualquier blogger, autor, etc, es LA CALIDAD de lo que se ofrece.
    Muchas gracias por la entrada. Es un placer leerte.

    1. Hola, eMe ;)
      Buen punto has puesto sobre la mesa con lo que encuentras cuando buscas información acerca de un libro. ¡Y qué cierto es lo que dices! En mi próxima entrada hablo, entre otras cosas, de esas dos clases de reseñas a las que aludes, que, lamentablemente, son las más habituales.
      Muchas gracias por acercarte hasta aquí y por tus amables palabras.

  9. Yo soy ávida lectora de todos los géneros. Siempre he leído mucho y sigo haciéndolo. El tema de los blogs, relativamente nuevos en este mundo (yo ya soy madurita) es algo que me sorprende. Entiendo que en algunos objetividad cero. De hecho se encabezan con mándame tu libro y te lo reseño.
    Las reseñas, además, suelen no serlo. Siento si ofendo a alguien, pero para mí una reseña no es decir me muero por el prota, ni es una plantilla que se sigue como cuando estudiaba el bachillerato y me tocada comentar un texto. Creo que, en el maremagnum que es hoy el mercado, los blogs son en mucnas ocasiones una forma fácil de asegurarse una publicidad «gratuita» (lo pongo entre comillas porque tan gratuita no lo es) . A la hora de leer un libro me fío más de opiniones de lectores amigos que de lo que me pueda decir un blog, las estrellas de Amazon o goodreads. Soy de la vieja escuela, entiendo que el boca a boca lector conocido me da mejor resultado que leer alabanzas o ataques que creo que en muchas ocasiones vienen más motivados por otras razones que las meramente literarias. En cuanto a los grupos de Facebook, pertenezco a varios, pero cada vez participo menos y es por la misma razón.
    Me ha gustado la entrada y me parece que invita a la reflexión

    1. Sí, creo que el concepto de «reseña» que tienen muchos bloggers (sobre todo los más nuevos) está completamente desvirtuado de lo que, en realidad, significa reseñar un libro. Esto, sumado al asunto de tantísimos blogs que se abren exclusivamente para que su administrador pueda obtener libros de las editoriales a cambio de reseñarlos pone en duda la objetividad de las reseñas literarias. No de todas -hay muy buenos bloggers que hacen un trabajo fabuloso-, pero sí de muchas. Una pena.
      Muchas gracias por pasarte por aquí y compartir tu opinión, Pepa.
      PD. Solucionado el tema de la dirección de correo.

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