El pasado domingo 19 de diciembre, El País publicó un artículo dedicado a la novela romántica en formato digital, que me gustó leer porque corrobora lo que muchas aficionadas al género y a los libros digitales creíamos, a pesar de todas las reticencias que el sector editorial mostraba hasta hace muy poco.
La novela romántica en formato digital crece saludablemente, y eso que los precios en España no son precisamente «de oferta». Como apunta Eva, de Autoras en la sombra, pedir 16€ (o más) por la versión digital de una novela que impresa cuesta 18€ no es un ahorro significativo. Mucho menos, si no estás acostumbrada a leer en un ebook. Pero sin duda, la posibilidad de acceder inmediatamente a la novela que estás buscando, favorece la decisión de hacer clic en el botón «comprar». En mi caso, sin duda, así es.
Con montones de títulos disponibles en versión digital a través de Amazon.com, Libranda, Todoebook, y más recientemente, Nookbook de Barnes& Nobles (¡todo el catálogo de Vestales está allí!) las lectoras y escritoras del género estamos de parabienes. Si sumamos la oferta de las autoras digitales independientes… ¡tenemos todo un universo romántico para llevar en el reader! Un universo que podría crecer exponencialmente si, como dice Irene Muzas Calpe, la editora de Versátil, las versiones digitales empezaran a explotar las posibilidades del ebook y añadieran color, sonido e imágenes a las historias ¿te lo imaginas? Sería fantástico. Bueno, pensándolo bien, sería mucho más que eso: dotaría a la versión electrónica de una obra de una cualidad única, no aplicable a su versión impresa. El libro convencional tiene el tacto y el aroma del papel; el digital tendría todos los añadidos multimedia disponibles ahora, y en el futuro. ¡Qué maravilla!
Aquí te dejo el enlace a la versión online del artículo «El ‘ebook’ se pone rosa», de Carmen Mañana.
¿Y qué hay de la «anécdota» a que me refiero en el título de esta entrada?
Te cuento.
Cuando leí el artículo (la versión impresa en el El País del domingo) no reparé en el gráfico que utilizaron para ilustrarlo. Me quedé con la hoja del periódico, que pensaba usar de referencia para escribir esta entrada. Fue cuando me puse a escribirla, un par de días más tarde, que presté atención al gráfico: un reader color rosa que muestra un texto en la pantalla. A medida que lo iba leyendo, pensaba en lo familiar que me resultaba… Hasta que, de pronto, caí en la cuenta… «¡Coñe, ésto es mío!»
Es la adaptación de un fragmento (apenas han cambiado los nombres propios y unas palabras) de este extracto (lo he marcado en amarillo), que corresponde a un capítulo de la segunda de mi Serie Sintonías, Primer amor.
El gráfico también aparece en la versión digital del artículo, sobre la columna derecha, e incluye un botón que te permite ampliarlo para poder leerlo mejor.
¡Qué impresión descubrirme allí!
¿Contará para decir que he salido en «El País»? :)
Para leer las entradas anteriores de esta serie, pulsa los enlaces:
https://patricia-sutherland.com/2010/04/14/novela-romantica-el-futuro-digital-del-genero-iii-2/
https://patricia-sutherland.com/2008/08/27/novela-romantica-el-futuro-digital-del-genero-ii/
https://patricia-sutherland.com/2008/04/02/novela-romantica-el-futuro-digital-del-genero/
Interesante artículo.
Y coincido con lo que dice «Autoras en la Sombra», lo que no es normal, es que un libro en papel te cueste casi 18€ y saques la versión en digital a 16€. Vale que le quieran sacar ganancia, pero me parece excesivo, con eso lo único que haces es que acabes comprándolo en papel, y habiéndote gastado el dinero que cuesta un Ereader, pues como que te lo piensas mucho.
Exacto. Te gastas los cuartos en comprarte un ereader, y luego te los sigues gastando para llenarlo ;-)
Tengo pendiente una visita contigo, Kelly. Pero no me he olvidado, ¿vale?
Gracias por tu opinión y por tu nueva visita!
Mmmm… en cuanto a la anécdota, lo cortés habría sido citar la fuente. A cada cual, lo suyo. Besos.
Uy, no sé yo… Tal y como está el patio con el tema de la propiedad intelectual, creo que mejor me reservo la opinión. No sea que acaben multándome por la desfachatez de sugerir qué hacer y qué no hacer con algo que me pertenece… ¡Menuda ocurrencia!
Besos a ti también, Olivia. Me ha alegrado volver a verte por aquí :)