Según el último estudio sobre el hombre ideal para las españolas realizado por Match.com, los morenos lanzados y viajeros ganan por goleada.
Físicamente los prefieren morenos, de ojos azules y complexión normal (ni muy altos ni muy musculosos). Entre sus otras cualidades, votan mayoritariamente por un hombre que sepa escuchar y dialogar, que no sacrifique relación y familia por el éxito profesional, se involucre en las tareas del hogar y en la educación de los hijos, y cómo no, que tome la iniciativa en la cama.
Y luego nos preguntan por qué nos gusta tanto leer novela romántica…
Elena de Talismán trae precisamente ésto a colación en su post. Los héroes de romántica responden a un prototipo que se ajusta, con diferente color de ojos o cabello, a estos requisitos, pero ¿es simplemente una fórmula o hay más?
Parece que hay más.
Según Mario Luna y su como mínimo «curioso» libro Sex Code. El manual práctico de los maestros de la seducción, aunque la atracción «puede educarse culturalmente, gran parte de sus mecanismos están instalados en nosotros por defecto». Así, los genes femeninos, por determinismo evolutivo, aspiran a obtener de un hombre:
- Buenos genes: belleza según el concepto de esa palabra para cada sociedad a lo largo del tiempo, que no necesariamente implica «moreno de ojos azules», sino más bien «hombre fuerte y sano».
- Estatus u otra capacidad para ofrecerles una posición ventajosa: poder y/o dinero y/o fama, según cada sociedad y cada época.
- Protección y asistencia: confort, confianza, conexión emocional, caballerosidad, o sus respectivos equivalentes según sociedad y época.
Lo que explicaría por qué la fórmula de la que habla Elena funciona y también por qué lo del color de ojos o cabello, es lo de menos…
¿Lo de menos?
Mmm, depende…
Dejando a un lado los genes, a nadie le amarga un dulce ¿o si?
A pesar del aplastante 67% en favor de los morenos, yo sigo prefiriendo algo como ésto:
Y ya puestos, esto tampoco está nada mal:
Usted perdone, Victoria :-)