Novela romántica en lengua española ¿la leen las aficionadas españolas al género?

 

Estaba echando un vistazo a la última lista de «Los más vendidos» (en romántica) publicada por Autoras en la Sombra, y al comprobar que los primeros diez títulos de las distintas librerías, incluídas las especializadas en novela romántica (The HeartMaker y Club Romántica), correspondían a autoras anglosajonas, caí en la cuenta de que no recuerdo haber visto nombres de autoras de habla hispana en estos listados que periódicamente las chicas de Autoras vienen ofreciendo desde hace un par de años; sólo el de Jezz Burning. No he podido verificarlo porque los archivos se actualizan con cada nuevo listado, pero en cualquier caso, me hizo reflexionar sobre una cuestión: ¿las aficionadas españolas del género compran novelas de autoras españolas? ¿O a la hora de elegir, prefieren escoger un nuevo título de una autora anglosajona, independientemente de si están familiarizadas con sus obras o no? Por supuesto, el término «españolas» lo uso para referirme genéricamente a lectoras y escritoras en lengua castellana.

Va a ser un año, con motivo de las Jornadas de Novela Romántica del año pasado, escribí en esta entrada, lo siguiente:

Las cosas están cambiando en el panorama de la novela romántica en castellano, pero no tan rápido como nos gustaría. Sin embargo, es lógico. El mercado continúa dominado por escritoras anglosajonas, lo que no sólo establece una pauta de lo que las lectoras del género en castellano están acostumbradas a leer, sino también de lo que las escritoras -primero lectoras del género- se sienten inclinadas a escribir. No hay que olvidar que para muchas aficionadas a la novela romántica, la búsqueda de evasión de lo cotidiano es un elemento importante a la hora de decantarse por la compra de un título, y en lo que vemos todos los días -situaciones, ambientes, personas- no solemos encontrar “magia” suficiente para proporcionar dicha evasión. Ésto es tan válido para unas como para otras. Sin ir más lejos, puedo ponerme de ejemplo: hasta el momento no he desarrollado ninguna historia romántica con personajes y ambientes latinos, y tampoco he leído ninguna. Pienso que aprender a ver el lado distinto a las cosas que nos son familiares es un proceso de reeducación de gustos y descubrimiento. Factible, desde luego, pero no inmediato.

En general, continúo pensando lo mismo, aunque once meses después de aquel comentario tengo que decir que sí he desarrollado una historia con un personaje latino -español-, ambientada en España, y que he leído algunas novelas románticas de autoras españolas. Una amiga me comentaba hace poco que compra cada nueva novela del género firmada por una escritora en lengua castellana que sale al mercado no sólo porque le gusta sino por «barrer para casa». Algo así como patriotismo romántico.

¿Y tú? ¿Lees novelas románticas de autoras españolas? Me gustaría conocer tu opinión. ¿Te animas? Puedes dejarme un comentario, o utilizar la mini escuesta que aparece más abajo, lo que prefieras.

Gracias ;-)

 

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11 comentarios en “Novela romántica en lengua española ¿la leen las aficionadas españolas al género?

  1. Pienso que hay que barrer para casa, porque así se abrirán más puertas a las escritoras que deseen llegar a publicar. Sí el mercado empieza a vender novelas de españolas o hispanas, las editoriales mostrarán más interés por ellas.
    Hay que reeducar los gustos, por supuesto. ¿Seguimos pensando que todo lo que viene de otros mercados, ya sea anglosajón a americano es mejor? ¿Seguimos teniendo ese complejo de que en este país no se sabe hacer bien las cosas?
    Una historia de amor puede ser tan bonita o mejor si su escenario es cualquier bello lugar de este país que si sucede en Inglaterra, por poner un ejemplo, da igual que el protagonista se llame Jeremy o Iván, o la chica se llame Susan o Marta por poner otro ejemplo…Lo importante es la historia, y en este país hay sitios maravillosos que se pueden escoger como escenarios. Pero hay que reeducar los gustos, sin duda.

    • ¡Muy bien, Helena! Un voto enfático a la tercera opción de la encuesta, por lo que veo.
      Gracias por compartir tu opinión… ¡y por darte una vuelta por mi blog! ;-)

  2. He votado la tercera opción porque es la que va más conmigo y en especial con mi manera de pensar.
    Cómo ha dicho Helena el amor es universal, lo cuente una española o lo cuente una californiana, pero no sé porqué motivo, cuando lo escribe una española tiene que demostrar con más enfasis que sabe hacerlo, y aún así se mira con lupa. ¿Por qué?
    Me encantaría decir que a las autoras españolas se nos trata con el mismo baremo que a las anglosajonas pero no… aún no, aunque espero, deseo, anhelo, que tarde o temprano se nos comience a considerar tan buenas, creíbles o especiales como ellas. Mientras tanto, lo que toca es trabajar y trabajar para demostrar (lo veis…demostrar)que en nuestro pais las autoras españolas sabemos lo que hacemos.
    Un besote.

    • Y, desde luego, Megan, que te lo digan a ti lo que toca trabajar ¿no? ;-)
      En este momento de la novela romántica en España, me inclino a pensar que el quid de la cuestión está más bien relacionado con demostrar que podemos ser igual de rentables para una editorial que cualquier escritora anglosajona (excluyendo las grandes autoras de romántica, claro). La pregunta del millón es si podemos llegar a serlo y cuándo, y en este asunto, las lectoras y sus preferencias tienen una importancia capital. Así que habrá que verlo ¿no?

      Gracias por dejarnos clara tu postura sobre el tema.

      Un besote para ti también.

  3. Me sumo a la idea de «barrer para casa». Lamentablemente estoy convencida que tanto este tipo de literatura como el cine, e incluso el teatro para el gran público, continúa arrastrando el lastre de casposo y de segunda categoría, con aquella máxima caduca de que lo foráneo siempre es mejor. Parece no existir una voluntad de riesgo y el negocio se mantiene comprando derechos de éxitos probados en otros países. Tampoco ayuda mucho el limitado esfuerzo en promoción que le dedican las editoriales— las pocas que apuestan por los nuevos talentos con sabor hispano, como Megan, que escribe unas líneas más arriba—. No tengo la misma impresión con respecto a lo que está pasando en Latinoamérica donde no solo los foros y portales de novela romántica se dedican a promocionar el género; el eco se extiende a la prensa, la Tv etc; y puedes encontrar reseñas y entrevistas en diarios como Clarín de autoras nacionales, al lado de grandes popes de la literatura que aquí se considera con mayúsculas y en la que no entramos a formar parte del club.
    Lo más curioso del asunto es que los índices de ventas apuntan que el interés por estas novelas es creciente y sus lectoras fieles consumidoras pero, en la práctica, si no fuera por el esfuerzo de las bloggers, los portales como autoras en la sombra, e-románticas etc, o las iniciativas como las jornadas de Sevilla, organizadas por la Máquina China o HeartMaker, no tendríamos ninguna repercusión; y la que tenemos es poco visible. ¿Por qué puedo encontrar en Babelia una entrevista a toda página de Marian Keyes o la Kinsella y no una con Megan, Mar Carrión, Ebony Clark, Rebeca Rus o Anna Casanovas?, por poner algunos ejemplos.
    Yo «consumo» autoras españolas como si de un eslogan en mi camiseta se tratara, con ánimo de poner un granito de arena en el entierro de ese karma que nos persigue y, como apunta Megan, nos obliga a demostrar una y otra vez que estamos a la altura de cualquier éxito de ventas anglosajón.
    Mientras tanto continúo trabajando sin descanso, con la esperanza de que algún día dejaré de recibir la devolución de mis manuscritos y, quizás, eso me permita alzar, desde adentro, una voz, o mas bien un grito de guerra:
    ¡A las trincheras! Reivindiquemos nuestro lugar convenciendo a las lectoras anónimas que se sumen a esta iniciativa, que me parece que somos legión.

    • ¡Ay, Babelia! Me encanta ese suplemento y cada semana, espero que me den la alegría de dedicar al género romántico en castellano aunque sea un rinconcito en su página de reseñas de libros, pero nada…

      Es interesante la comparación que haces con la cobertura que da Clarín a las escritoras argentinas en particular, y de habla hispana, en general. Creo que la clave está en el público; los argentinos consumen producto nacional, y al menos en cuanto al arte y las letras, lo «exaltan» sin tapujos. En España, además de lo que Helena y tú comentáis acerca de aquella «máxima caduca», la novela romántica tiene seguidoras, pero no prestigio como género literario, lo cual es un doble problema. En las pasadas Jornadas, alguien incluso estableció un símil con lo que en su momento sucedió con la novela negra, y si ésto es cierto, nos queda un largo camino por recorrer…
      Pero como bien dices, no tenemos porqué quedarnos de brazos cruzados. Brindo por ese grito. Que se oiga bien fuerte. ;-)

      Suerte con tus manuscritos, Jo, y muchísimas gracias por visitar mi blog y dejarnos tu opinión.

  4. Yo tambien brindo por tu grito, Jo. Y ojalá consigamos entre todas que el género romántico ocupe el lugar que debe de ocupar, y deje de estar en el lugar que unos cuantos se empeñan en que esté.
    Un saludo y suerte compañera.

  5. Me gusta comprar escritores españoles. Una de las razones es que es un gustazo leer lo que “verdaderamente” ha escrito el autor, y no lo que alguien ha traducido. Hay traductores fantásticos, pero también hay quienes hacen un trabajo abominable que destroza novelas.

    Otro de mis motivos es aún más indiscutible. ¿Los españoles no somos románticos y apasionados? ¿No es posible que en este precioso país transcurra una maravillosa historia de amor? ¿O tal vez el problema es que somos las españolas quienes no sabemos contar historias?…

    Pues yo me niego a creer ninguna de estas estupideces. Una buena historia es una buena historia en cualquier parte del mundo. Y, cuando alguien hace magia con las palabras a la hora de narrar una buena novela, lo último que preguntas es qué nacionalidad tiene la autora.

    Además, ¡es tan estimulante reconocer esos lugares en los que gozan y sufren los personajes de una buena historia, y saber que tú has caminado por ellos y que puedes volver a hacerlo cada vez que quieras!

    • Has puesto sobre la mesa un tema muy importante, Ángeles y, en mi opinión, se trata de un atractivo añadido de la novela romántica escrita en lengua española: la posibilidad -y el gustazo- de poder «oír» la voz de la autora directamente, sin intermediarios. Es más, creo que debido a la mala calidad de las traducciones que desde hace unos años llegan al mercado, el atractivo puede llegar a convertirse en una ventaja a la hora de que las lectoras escojan un título. Antes si querías leer una novela romántica tenías dos opciones; o tragarte las (malas) versiones traducidas, o bien, leerlas en versión original (si dominas dicha lengua lo bastante, y estás dispuesta a invertir tiempo y dinero en hacértela traer de Estados Unidos o Inglaterra). Ahora, en esos mismos estantes de las librerías hay muy buenas historias de amor contadas en español como lengua original. Creo que es un argumento importante y que con el tiempo puede contribuir a inclinar la balanza a favor de lo nacional en el caso de muchas lectoras que hoy se muestran reticentes.

      Sobre tu «otro motivo», también opino que es indiscutible; una buena historia es una buena historia en cualquier parte del mundo. Estoy segura de que habrá escritoras y lectoras que, a medida que la oferta actual se amplíe, van a decantarse claramente por el «sabor español», y puede incluso que hasta yo misma me apunte a la tendencia, pero hoy por hoy, no lo sé con certeza. ¿Sabes? Me gusta pensar que cuando escribo tengo la libertad de desarrollar la historia que deseo contar en los ambientes y con los personajes que (creo) mejor la sirven, independientemente de si son españoles o australianos, y cuando leo, también me seduce la idea de descubrir de qué manera -personal y única- plantea una escritora española su historia ambientada «allende los mares», en un entorno que le es tan lejano. La variedad enriquece, y para mí, lo realmente fantástico de que cada día se publique a más autoras de novela romántica en lengua española no pasa por los ambientes o los personajes que elijan para sus historias, sino por ellas, por lo que su –nuestra– particular idiosincracia aporte al universo romántico. Somos el segundo idioma más hablado del mundo como lengua materna, ¿no parece increíble que nuestra presencia en el género sea comparativamente inexistente?

      Muchísimas gracias por darte una vuelta por mi blog, Ángeles, y compartir tu opinión.

  6. Si, normalmente me gusta leer las novelas románticas españolas. Creo que son tan buenas como las demás. Me gustaría si fuera posible poder conectarme por e-mail con Patricia Sutherland, quisiera comentarle algo. Gracias

    • ¡Qué bien! Me alegra saber que tú también te decantas por el producto nacional :)
      En la pestaña Contacto hay un formulario y también aparece mi correo electrónico, pero ya que estoy online, en un momento te mando un mensaje.
      Gracias por compartir tu opinión ¡y por la visita!
      NOTA: El mensaje que te escribí ha rebotado ¿es correcto el email que me dejaste? Escríbeme a sutherland.blog@gmail.com

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