Es lo primero con que el lector establece contacto y la primera barrera que un escritor debe sortear.
Cierto que una buena portada ayuda, pero en esos escasos segundos que separan al posible comprador de decidirse por echar un vistazo más detenidamente al libro que sostiene entre sus manos o continuar con otro de las decenas que esperan en la estantería, un título potente se lleva la palma.
Un buen título no garantiza un buen libro pero puede influirnos a comprarlo. ¿Quién no oyó alguna vez del exitazo de los ’60 que prometía desvelar «todo lo que siempre habías querido saber sobre sexo y nunca te habías atrevido a preguntar», y luego, a la hora de la verdad, parece que para la gran mayoría de adultos no desveló tanto que no supieran ya?
Y al revés, hay buenos libros que de haberse publicado con su título original habrían pasado sin pena ni gloria. Leyendo hace poco sobre el tema, encontré algunos datos curiosos, como por ejemplo que:
- el título original de la novela que hoy conocemos como Lo que el viento se llevó, de Margaret Mitchell, era «Mañana es otro día» (Tomorrow Is Another Day) y el nombre de su protagonista, Scarlett, era «Pansy». Los dos, sin duda, cambios muy convenientes ¿no?;
- el editor de Peter Benchley rechazó todos los títulos de su primera novela incluidos «el gran blanco», «el tiburón», «el ascenso de Leviatán» y «las mandíbulas de la muerte» hasta que al final, parece que de pura frustración, Benchley le pasó un título final: Jaws (Mandíbulas). O como se la conoce en español, Tiburón;
- el título original del best seller romántico de Jacqueline Susann El valle de las muñecas era el poquísimo sugerente «No se construyen monumentos a los hombres de negocios».
Sí, desde luego a veces te llevas sorpresas con los títulos… Yo todavía recuerdo una novela romántica bastante conocida que compré influída por el título y acabé, por la décima página, archivando en la papelera. Más aburrida que seducida, la verdad.
Y también recuerdo que como un mes después de que Jera Romance publicara la segunda novela de mi serie Sintonías, Primer amor, a raíz de que algunos internautas llegaran a mi blog buscando un capítulo 54 que la mía evidentemente no tenía, me enteré de que hay una telenovela famosa que tiene un título parecido.
Vaya coincidencia para alquien que como yo no ha seguido una telenovela en su vida…
Y no es broma ;-)