Hombres y supermercados, dos opuestos irreconciliables.
- En el hiper, nunca te pongas en la cola de una caja atendida por un hombre.Vas a tardar más. Un hombre es demasiado cabeza dura para pedir ayuda con ese código de barras que el lector no lee o cuando se queda sin bolsas de plástico.
- No mandes a un hombre al super a menos que no necesites la leche y los huevos en mínimo dos horas, que es lo que va a tardar en encontrarlos en las góndolas. Puede que se vuelva sin alguna de las dos cosas porque los hombres no piden ayudan.
- Su incapacidad de encontrar algo aunque lo tengan delante (o tal vez, de decidirse por una de las miles de marcas) es también aplicable a la nevera de casa: ¡tampoco allí encuentran nada! (“Cariño, ¿dónde está la mermelada? “ – pregunta él mientras husmea en el interior de la nevera. Respuesta: “¿Preguntas por ese bote de tapa roja que tienes justo delante de tus narices? Pues ahí, justo delante de tus narices”).
De The Lipstick Chronicles. Women Rule.
Personalmente, creo que “conspiran” para librarse de dedicar tiempo a lo que no les gusta hacer: nadie puede ser tan memo, a menos que se lo proponga.
Ahora que releo lo que acabo de escribir se me ocurre…
Entre esas cosas que no les gustan ¿no estará “pensar”? ;-)