Sí, chicas. Hoy la cosa va de hombres opinando sobre este género que tanto nos gusta. Tenía previsto publicar otra entrada pero me resultó tan curioso dar en una misma semana con dos opiniones masculinas tan diferentes siendo -como creo que son- ambos latinos, que no me pude resistir.
Hace poco el Orlando Sentinel publicó un artículo de Mario Szichman titulado «El auge de la novela romántica» en el que nos ilustra sobre cosas como:
- los 1,370 millones de dólares que cinco editoriales norteamericanas se embolsaron en 2006 gracias a este género.
- Los 6.400 títulos nuevos que se publicaron ese año en USA.
- Los 7.200 metros que mediría de alto la pila si Harlequin/Silouette colocara una sobre otra todas las novelas que vende en un día.
- Los 418 millones de dólares que vendió dicha editorial -líder indiscutible del género- en 2006.
- Los pocos hombres que leen romántica.
- Los menos aún que lo escriben porque este «territorio de ficción es un matriarcado». En apoyo de su teoría cita a una antigua jefa de Harlequin/Silouette que al parecer dijo «que los hombres están excluidos pues generalmente envían manuscritos plagados de escenas sexuales, describen a profesionales o actrices como mujeres que han prodigado sus favores para llegar a la cumbre, y hablan en escasas ocasiones ‘del color y el aroma de los pétalos de una flor'».
En fin… Básicamente, cifras y un cierto tufillo prejuicioso que hizo saltar a mi lado diablo… Igual su teoría se basa en experiencias personales, quién sabe ;-)
En definitiva, una lectura prescindible. Pero como nobleza obliga, este es el enlace.
Ésta otra en cambio, no lo es. Es una de esas críticas poco habituales en el género de las que hablé en una entrada anterior, que hay que leer. Dice mucho, dice muy bien y especialmente, lo dice de una escritora española.
Mejor imposible.
Lo primero y más importante ofrecerte mi particular agradecimiento, Patricia, por las palabras que me has ofrecido en el blog y, por supuesto, creo que las lectoras no deben estar menos agradecidas por tu empeño y tus ganas de compartir con todo el mundo el amor que sientes y trasmites por las letras románticas.
He estado ojeando tu «casa» y me ha encantado lo que he visto. Este artículo en concreto, en el que hablas de la opinión masculina hacia el género romántico, es un tema espinoso y que aún guarda reminiscencias de un pasado lleno de tabúes. No obstante, esto va cambiando poco a poco.
No sé si por visión comercial o porque ciertamente se van dando cuenta de que la romántica es un género tan respetable como cualquier otro, el mercado español está empezando a meter bien los dedos en el pastel, aunque, por el momento, quizás solo para probar la nata del decorado.
También existen valientes hombres emprendedores como José de la Rosa, que no dudan en ningún momento en involucrarse en pro de esta literatura organizando Jornadas de Novela Romántica en Sevilla.
Todo esto demuestra que estamos en un buen comienzo. Tengo la esperanza de que lentamente se vaya perdiendo ese lastre «telenovelico» que arrastra el género desde hace tantos años y que creo es, entre otras cosas, causante de que quién lo desconoce, también lo confunda.
Un beso enorme.
Jezz Burning