Hombres de verdad que inspiran hombres de ficción.
Hace unas semanas comentaba que leyendo blogs de otras escritoras me sorprendía al descubrir cosas en común con personas que no he visto en mi vida. Esta semana, he vuelto a sorprenderme leyendo este post que Portia Da Costa, una escritora de novela romántica erótica publicó como invitada en un blog que sigo habitualmente, Romance By The Blog.
No he leído ningún título de Portia y una búsqueda rápida en internet en español no ha dado resultados, así que posiblemente aún no haya sido traducida a este idioma. Pero en inglés, tiene publicados varios, alguno de los cuales pretendo leer más adelante, cuando mi lista de pendientes de lectura se aclare un poco.
En este caso, la razón de querer leerla es doble. Por un lado, porque como yo, ella también usa hombres reales como plantillas en las que se inspira para construir a los protagonistas masculinos de sus novelas. Plantillas con nombre y apellido en la vida real: Kevin Bacon, Andrea Agassi, James Marsters… ¡Wow! ¡Vaya plantillas! En su post no solo incluye fotos, además los relaciona directamente con cada una de sus novelas. Y esta es justamente la segunda razón por la que quiero leer alguna novela suya. Concretamente, «Gothic Blue», en la que se sirvió del tenista (Andrea Agassi) para construir a su protagonista. Ya sabes, cuestión de preferencias :-)
Quiero leerla porque me interesa comprobar dos cosas. Primero, cómo lo describe. Segundo, si saber que se inspiró en él, le corta las alas a mi imaginación, o al contrario, hace la lectura más divertida.
Verás, las descripciones detalladas (especialmente las físicas) aunque reconozco que son un arte complejo y exquisito, como lectora no suelo disfrutarlas. Salvo algunas excepciones, en general prefiero las pinceladas que estimulan mi imaginación pero no la limitan. Por eso, a la hora de escribir, me aplico el mismo criterio. Lo mío son los esbozos, no las fotografías. Tengo mis plantillas y las uso, pero no voy a desvelarlas, lo siento. ¡No quiero pincharte el globo!
Al protagonista masculino de mi novela «Bombón», lo describo usando una palabra, vikingo. O sea, alto, fuerte, rubio y de ojos claros. Desde Beckham hasta Björn Borg, pasando por tu vecino del cuarto o el amor de tu vida, pueden caber perfectamente en esta descripción. Para mí, esa es precisamente la idea: que tú le pongas cara -y todas las demás partes del cuerpo- a mis chicos de ficción.
Ya te contaré qué me parece Andrea Agassi en el papel del Conde Andre Von Kastel, en «Gothic Blue» :-)